miércoles, 31 de diciembre de 2008

Preguntas



No hay más datos en este frontal de piedra de un nicho. Cuando acudí al cementerio el día de difuntos lo hacía no por rezar, pues no sé, no por hablar, pues sí sé pero prefería el silencio, y sí por pensar. Lo que no me esperaba era la liquidez de curiosidad que iba a emanar una singular lápida. Frontal, de piedra y de hace unos cuantos años. De momento, un ramaje discreto bien presentado. ¿Y admiraciones? Desde luego no escatimaron. Consuelo, yo te lo diré, tus padres te quisieron con profundidad, largamente, de éso que no te quepa ninguna admiración, que la duda es admirable siempre, pero en este caso, Consuelo, no hubo ninguna duda. Como no hubo duda en economizar las eles de la elle en la estrechez de la piedra. Seguro que no fue un grabador profesional. Pero así hay más interés, y no te preocupes por la falta de ortografía, es lo de menos. ¡El mensaje, Consuelo! Te llevaron eternamente. ¿Pero, quién mandó poner la lápida, perdón el frontal? Si te llevaron es que ya estaban muertos o, ¿es que sabían eternamente que te iban a llevar? Los tiempos no importan, somos gente como yo que decidimos invertir nuestro pasado para arrear emocionalmente el presente. Imagino que podré dejar ya mi epitafio labrado, la verdad es que no sabría. Por ejemplo, 'Me llevé eternamente'. No sé si daría para pensar, sobre todo a los pocos que me conocen. Y nada diré sobre la muerte que no quiero ser quisquilloso con este año que nos viene, tan implacable con la vida.