miércoles, 28 de octubre de 2009

Intenciones truncadas

Igual pudo descerrajar dos tiros. Igual pudo elegir la escopeta entre las tres que tenía, pero descartó la repetidora. Por la paralela es como sintiese el hocico del animal nada más apuntar, era su arma querida, la que conocía la disposición de los matorrales, ¡tanto había ido con ella! Por la superpuesta sabía que norte y sur se pueden deteriorar con un simple gesto del gatillo. Norte era su cara y sur el entramado de su pelvis. Pero ya lo he dicho, que igual le pudo descerrajar dos tiros por toda la contienda amorosa que llevaron constantemente.
Esta vez le perdonó la vida. Su padre justo se había llevado las escopetas a revisión al cuartelillo.
Fue como un mensaje pospuesto.