martes, 15 de diciembre de 2009

Viaje silenciado 2: me dije ésto de viva voz



"Hago del silencio una cadencia sin rigor. Puedo sentirlo y apremiarme a hablar, a sonreír, a excitar la palabra. Quizás, por no sacudirme, me revelo en el silencio como un intento de fuga.

Así, alargado sobre la vía, me quedo. Así, silencioso. Sabía que me despedía de la ejecución de un sueño. El desconcierto de la ida, el posible retorno, la nada, la eternidad, el todo, la obsesión, el silencio, la cadencia.

La niebla, su fascinación para silenciar. Y yo en claro desmonte dispuesto a repoblarme. Un irse, mientras yo, anclado a la tierra, comienzo a desvelar las palabras que, de momento, acumulo en un saco."



El mar presume de hondura
y el tiempo de su saber
el mar presume de hondura
el viento, de su poder
la tierra de su estatura
y el hombre, no sé de qué

Prepárate para morir
me dice la voz del tiempo
y es el martirio más lento
que se puede recibir
¿por qué no existe el remedio?