miércoles, 3 de febrero de 2010

De pulsos y electrocardiogramas



Ubaldo Rojo Barrero, natural de Martín Muñoz de las Posadas (Segovia) acudirá con rostro a este rincón mío que avento cadenciosamente para darnos unas lecciones de restauración de fuentes. Al tiempo. Pero ahora viene sólo parte de la conversación que tuvimos con él en la que hubo una palabra sincera que se derramó en la conversación a raíz de explicarnos la existencia de un pozo artesiano -sí, artesiano y no artesano como yo creí en un principio- en las cercanías del lugar. Pulso fue la palabra. 'La tierra tiene su pulso y donde menos te lo imaginas revienta', éso me dijo Ubaldo. Y magnífico era ese reventar de agua natural que yo desconocía a 5 kilómetros de mi pueblo (Hoyuelos).
Y ayer fue cuando desde un alto observamos esas sombras de unos cortados a las que asigné de inmediato la idea de electrocardiograma. Si la tierra tiene su pulso, me dije, tiene también electrocardiograma. Plano sería mál síntoma. Pero escarpado el electro también podría significar sufrimiento.

Creo que ya incorporé esta deliciosa taranta al piano de Sergio Monroy. Cavar en los adentros es una forma de de comprender el pulso de las cosas.