martes, 31 de agosto de 2010

Compañía

Este vino recomendable es del pueblo conquense de Monreal del Llano, muy cerca de Belmonte, cuna de Fray Luis de León, del que destaco estos versos de su Oda XIII 'De la vida del cielo':

Toca el rabel sonoro,
y el inmortal dulzor al alma pasa,
con que envilece el oro,
y ardiendo se traspasa
y lanza en aquel bien libre de tasa.

¡Oh, son! ¡Oh, voz! Siquiera
pequeña parte alguna decendiese
en mi sentido, y fuera
de sí la alma pusiese
y toda en ti, ¡oh, Amor!, la convirtiese,

conocería dónde
sesteas, dulce Esposo, y, desatada
de esta prisión adonde
padece, a tu manada
viviera junta, sin vagar errada
.






Bajo el vino constante, un borde de labios era ella.
Bajo el vino bebido, un borde de labios era él.

- Bebes despacio.
- Te miro más que bebo.




Me estoy perdiendo por ti.
Tengo que buscar un remedio.
Me voy a perder por ti
y antes de que me vuelva loco
y no responda de mí.

Y en la casa de la pena
ya no me quieren a mí
porque mi pena es más grande
que la que habitan allí.
Mira si mi pena es grande
que no me quieren a mí.

Y el limón con la canela
rebujao con el jazmín
y así tus carnes me huelen
cuando te arrimas tú a mí.

Que bien te camelo
me saben tus palabritas
y a dulces y caramelo.

Caballero, caballero,
mi mare es una gitana
y pare es un caballero
de esos que pelan
borricos
y en las puertas
del matadero..

Hay hombres que por querer
que aborrecen la comida,
qué hombre no será aquél
que el querer lo mantenía.

Si quieres que te quiera
dame doblones, dame doblones
que son monedas que alegran
los corazones.