sábado, 25 de diciembre de 2010

Alazán va rápido.
Gira su cabeza mientras trota.
Lo detine la nieve, no para. Alazán va hacia el desierto.
Ama la nieve, sabe que de ella bebe. Ama su estertor, cuando ya es agua.
Otro momento tendrá para servirse de ella en blanco.
Alazán va rápido.
Pero sus ojos tienen un instante de stop, le relincha a la montaña:
Tú y la hegemonía de la nieve.
Sabe Alazán ya donde saciar su sed.
Camina hacia el desierto.

J.Masker, 3277 metros, al fondo, en el Anti Atlas.