miércoles, 18 de mayo de 2011

Estación amarilla

18 de mayo CUBIERTO

Se apeó en una estación sin nombre.
Lo curiosos del caso es que, desde entonces,
los trenes pasaban por la estación sin detenerse.
Al final, la misma estación desapareció.
Ella recuerda cada rincón de la estación,
el dibujo de las baldosas, el color del techo,
la forma de la barandilla de la escalera,
pero no consigue recordar por qué tuvo que apearse allí.
Un tren pasa de largo.
Al final, ni siquiera tiene fuerzas para levantar la mano.

Jimmy Liao, HERMOSA SOLEDAD

La estación del tomillo. Esa es la estación que atravesamos mientras el aire nos daba constantemente pupilas. Huele, me decías. Sabe, te dije. Alguien trotaba por el tomillo que el guardagujas había sembrado. La estación era pequeña. Antes con mucha vida. La gente se desplazaba sólo en tren. Ahora es una estación convaleciente pero sigue teniendo nuestro deseo. No, me dijiste, no es una estación convaleciente, es nuestra estación. Nuestra estación adoquinada, nuestra estación amarilla. En esos trenes de andar por casa hemos viajado, hemos fumado. Hemos dado de comer a los pájaros. Los gatos allí se dejaban acariciar. Los que había en el muro.


Homecoming queen, Bernardo Sassetti, Motion