jueves, 18 de octubre de 2012

La puerta


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Como testamento de lluvias
tenemos ese pozo, u otro similar.
Recuerdo abrir esa puerta
y salir un genio húmedo avanzando
a mi boca, a mis oídos, a mis ojos.
Bebía sin más. 
Bebía en medio del campo,
bebía como beben los caballos
de un charco claro, un sorbo y en paz.


Martinete y toná de Enrique Morente

Ay, yo soy un pozo de fatigas,
que un buen manantial tenía
a la par que crece el agua
van creciendo mis fatigas.

Ay, aquel que tiene tres viñas
y el pueblo le quita dos
aquel que tiene tres viñas
y el pueblo le quita dos
que se conforme con una
y le de gracias a Dios.

Y a la verde oliva
que a mí me están dando
doble las fatigas.

1 comentario:

mateosantamarta dijo...

Hola, Tempero: cuanto tiempo sin venir por aquí y que a tiempo: agua fresca. La conozco, el agua que rezuma la tierra es el agua pura. Un abrazo.
Conocíamos todas las fuentes de los alrededores y las visitábamos.