sábado, 7 de enero de 2012

Ex(citarse) 3
















Mi amor por la tierra es tan grande que en mi infancia en Martínez le pedí al jardinero que cavara un pozo de mi tamaño. Me introducía en él y pasaba largas horas en contacto con la tierra fresca, gorda y negra, apoyando en ella mis mejillas, acariciándola, observando sus pequeños habitantes, escarabajos, lombrices y "bichos bolita".
Cuando se me buscaba sin hallarme, mi madre o mi tía decían: "Ha de estar en el pozo".

Julio Llinás, Querida Vida, Ediciones El sol de Ícaro.

Tres esquinas, de Tango Quattro. Disco: Fin de siglo.