lunes, 9 de abril de 2012

Ex-Citarse 1 (Onetti)

Ella habló mucho entre las interrupciones que fuimos requiriendo aquella noche y mañana. Cada vez más alargadas y empeñosas. Pero me basta con el recuerdo y la tristeza del bien perdido. Lo que me importa es reconstruir sus frases. Aunque debo dejar escrita mi sorpresa inicial. Cuando empezamos con la batalla que llaman amor, vi, sentí que aquella mujer nada tenía que ver con las putas que yo levantaba del Chamamé. Aunque intentara no creer, era indudable que ella gozaba. No trató de engañarme con suspiros, gemidos, gritos sueltos o ahogados ni revolcando la cabeza en la almohada. Me bastó mirar su cara dolorosa que sufría hasta alcanzar la fealdad. Aquel frenesí impúdico tan ajeno a la quietud paciente de las putas del salón de enfrente. Pensé que llevaría mucho tiempo de castidad cuando me obligó a cambiar la posición de mi cuerpo, se colocó encima y casi de inmediato dijo:
-Ay, Dios mío --mientras las lágrimas le mojaban la cara.


Juan Carlos Onetti, Cuando ya no importe (Alfaguara Hispánica)