sábado, 18 de enero de 2014

La tinta y su ansia XIII

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Sólo el Cíclope y el huracán descansan su ojo ante Ellas.

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2 comentarios:

Inés González dijo...

Definir es cenizar, decía Lezama Lima.
O será la ceguera de Polifemo quemando su ojo ante la belleza difusa.
Ellas provocan en silencio y desde la destrucción, como ánimas en comparsa.
Esta serie es una joya Tempero.
Me gustan mucho, así: Fuera de foco.

"Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no querías creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir".

Lezama Lima

Tempero dijo...

Querida Inés, cual esquivo gato para definir son así esas adormideras que se enganchan al movimiento. Definir la poesía, ja, ja. ¿Cuantas veces se ha intentado, propuesto?
Este Lezama era un genio de la palabra.
A veces pienso en el empeño de definir. La definición y el matiz de cada palabra. La pérdida de tiempo.
Mirar lo que se haya de definir y hablar de corrido mejor.

Besos.