sábado, 4 de octubre de 2014

Juego de niños

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Sólo puedo sospechar que el hombre solitario puebla sus sueños de conductor con amigos, que el hombre sin amor se rodea de mujeres encantadoras y amorosas y que en el soñar del conductor sin hijos penetran los niños.

John Steinbeck


Blog de Carmen:  Ya se oye el río.


Esta mañana me levanté y abrí el correo. La entrada del blog de mi amiga Carmen siempre depara sorpresas, lo que elige, lo que lee, lo que bulle bajo su cabellera. Y digo cabellera porque ella, aunque del sur, tiene gran parte de alma india. En su escritura siempre irradia flechas de intimidad que sabe que yo valoro. Y, además, a alguien sin alma india no le podría gustar Sixto Rodriguez como a ella y a mí nos gusta. En la entrada de su blog hoy depositaba esa maravillosa cita de Jonh Steinbeck de su libro Viajes con Charley en busca de América. Yo reproduzco parte y señalo ese penetran de los niños. Porque así me gustan los niños que existen (y los que no existen), penetrando en el mundo, en la arena, en las ramas, en los nidos, en el balón, en las piedras, en los libros. 
El otro día vi un niño que gesticulaba,  daba con el índice a una pantalla como luchando. Me parece que se estaba asomando al mundo.

Juego de Niños,  rumba de Rafael Riqueni.

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3 comentarios:

Inés González dijo...

Cómo me gusta verlo emocionado Tempero! honrando y homenajeando a los amigos del alma que trabajan y dedican su tiempo a alimentar la sensibilidad y la difusión de la cultura.
Cuánta razón tiene sobre Carmen, ella es una sibarita exquisita en la elección, rastreo y composición de la imagen y las palabras.
Su cuaderno es una hermosura!
Todos salimos beneficiados.
Un fuerte abrazo afectuoso.
Qué grande es ese Riqueni!!!

Inés González dijo...

Un apunte más, estas tres Adormideras son bellísimas, no las conocía, me gusta como ha captado el diálogo, esa conversación que se percibe entre las tres cápsulas.
Si las observamos hasta podemos adivinar o imaginar sus personalidades, la de la izquierda parece muy tímida, es pequeña y frágil, con sonrisa sonrojada e insinuada, la del medio se erige con seguridad y cabeza alta, la tercera muy carnal pareciera escuchar y escuchar.
A que sí?

Carmen dijo...

"El día que el bebé quiso capturar con sus manos un haz de luz empezó a gatear. Sin aliento y estremecido de dolor por el esfuerzo la luz desaparecía, inasible. Entonces vio la ventana abierta que daba sobre el jardín. Cuando miró a través de ella, su corazón se le heló, estupefacto ante la terrible magnitud del mundo exterior."

Este bebé, protagonista de un cuento de Liam O'Flaherty llamado Deseo, se asomaba con su particular lucha al mundo exterior, como ese niño "tuyo" que también luchaba.

...Yo me asomo a cada rato, a las ventanas, a las pantallas, también miro sin cristal de por medio, pero ¡existen tantas barreras invisibles!
Quizás de india tenga algo, quizás esa costumbre de seguir rastros, ya sea mirando la tierra o el cielo.

Ahora es cuando Inés diría ¿y el olfato qué niña? ¿no te sirve de nada?

Aquí es cuando yo sonrío sonrojada y sigo el rastro que dejaste en letras rojas para llegar a la rumba de Rafael Riqueni

Besos